El miércoles 15 de junio de 2022, se emitió la última colaboración de la temporada de radio en Rn4. Pilar Sampietro, la directora del programa “Vida Verda”, nos propuso una conversación con Enric Batlle de Batlleiroig bajo el título: “La arquitectura, se prepara por la emergencia climática“ (en catalán). Dos equipos que según Pilar trabajamos por el mismo objetivo a pesar de que lo aplicamos desde escalas completamente opuestas.
Pilar abrió la conversación con la pregunta. ¿Qué nos preocupa? ¡Nos preocupan tantos temas que podríamos haber hecho un monólogo!
Tenemos que aceptar la realidad que hemos co-construido y que también nos impulsa a mejorar y seguir trabajando. Nuestra revolución frente todo este fenómeno ha estado dejar de hacer edificación de obra nueva y experimentar la unidad de la vivienda. Primero desde la ciudad y ahora desde la ruralidad, para acompañar a las personas a hacer su hogar mas saludable y nuestra casa un campo de experimentación que compartimos con las experiencies saludables en Espai René.
¡Nos preocupa que no seamos todos más radicales! Nosotros hemos tomado la decisión de no construir más. Pero nuestra aportación es una pulga. Ha llegado el momento de trabajar la modestia de forma holística. Reducir en todos los ámbitos de consumo y trabajar otros aspectos de la vida. Disfrutar del territorio de proximidad, viajar por nuestra tierra, construir con las manos, observar la naturaleza más próxima…Así despertaremos valores que solo crecen desde la quietud del ritmo lento. Puede ser que sea de esto de lo que huimos y la razón de todo lo que nos preocupa.
La capacidad del embalse que tenemos cerca de casa mengua por la falta de lluvias. El pozo y la balsa de la finca ya no disponen de agua. Suerte que estamos conectados a la red de abastecimiento. No tienen la misma suerte otras fincas del territorio que dependen de los acuíferos. No obstante, no nos gusta regar el huerto con el agua clorada de red disponiendo de cubiertas que podrían hacer recogida de aguas pluviales.
Que no llueva, dificulta el crecimiento de los alimentos a la huerta. Nuestro objetivo de trabajar la autosuficiencia, es incierto sin agua. Viviendo en el campo hemos adquirido mucho más conciencia sobre este recurso esencial. En Barcelona todo dependía de abrir o cerrar el grifo.
Se necesitan ayudas de las instituciones para adaptar nuestras casas y mejorar las infraestructuras de captación de reciclaje y depuración del agua. Estas ayudas hoy en día no existen. Las ayudas se han especializado en la eficiencia energética, pero la emergencia climática es global. Tenemos que empezar a ampliar la mirada y que aquellas sea más transversal. Nos preocupa también la carencia de cultura de la prevención que tendría que visualizar la dificultad y el coste que presupone tener agua de calidad en el grifo de casa. Ha llegado el momento de divulgar y fomentar sistemas de ahorro.
Por otro lado, ¿cómo puede ser que todavía defequemos en agua depurada? La defecación es un gran problema para la depuración de las aguas y de agua potable, cada vez hay menos y de peor calidad. Las predicciones anuncian sequías cada vez más graves. Deberíamos empezar a realizar una gestión del agua más adecuada. ¿Hemos sido capaces de desplazarnos a la luna y todavía no somos capaces de encontrar una solución para no consumir agua depurada para ciertos usos dentro de la vivienda?
Recordar el hecho que según la calificación de un biotopo, una ciudad es igual a un desierto porque el asfalto impide la vida y la permeabilidad del agua al subsuelo, entre otros. Esta tendencia no es exclusiva de las ciudades. En las zonas rurales, pavimentar un camino es sinónimo de desarrollo. ¿Tan desconectados estamos de la naturaleza que cuando crece un poco de hierba ya la tenemos que rociar y matar para que no interfiera con nuestra vida? El verde tendría que ser uno de los ingredientes principales de nuestras construcciones. Por suerte este tema ya está cambiando en muchas ciudades que impulsan la naturalización de alcorques, plazas, parques, jardines, cubiertas y fachadas verdes!
El hombre se cree superior a la naturaleza. La domina y esto lo vemos con muchas intervenciones que se realizan en lugares poco aconsejables como los cauces de un río por ej. La naturaleza a veces nos lo recuerda en forma de catástrofe natural, pero parece que no aprendemos. La tecnología nos ha ayudado a empoderarnos y a construir allá donde queramos. No escuchamos el entorno. Nos cuesta dialogar con él y respetarlo.
¿No sería lo mismo disponer una maceta en el balcón, qué otra en el patio de luces, qué un árbol en jardín o en la naturaleza? Un árbol que crece en la naturaleza es un árbol anclado a tierra dentro de una maceta gigante que nos incluye. Continuamos sin percibir que el jardín que está fuera de la nuestro propiedad también es casa nuestra.
Hace años visualizamos el documental la Guerra de la arena. Nos impactó tanto, que hizo replantearnos la forma de construir hasta el punto que nos planteó la duda de si seguir construyendo. No queremos contribuir a expoliar la natura (sin ofender al resto de compañeros que ejercen la profesión) sino a regenerarla. ¡El documental fue un grito de alarma!
La despoblación de las zonas rurales y la despoblación de los centros históricos de pequeños municipios. Nos preocupa pasear por pequeños municipios y percibir como el núcleo antiguo queda desierto. No tan solo por la pérdida de tejido comercial fomentado por la implantación de una cultura americana con centros comerciales que absorben al pequeño comercio. Locales vacíos, calles desiertas y nuestra cultura mediterránea resentida. ¡Nos preocupa que los municipios se sigan expandiendo mientras disponen de un parque edificatorio vacío y abandonado! Los municipios se expanden en forma de ciudades jardín. Si realmente necesitamos vivir más conectados con la natura, deberíamos facilitar el cambio de normativa y sacrificar m² para abrir patios que permitan la entrada de luz y el verde, que permitan naturalizar nuestros núcleos antiguos tan densos con casas oscuras sin luz y ventilación.
Encontrar estudiantes que nos informan que los contenidos que divulgamos desde René no se enseñan desde la universidad, nos preocupa. Parece que hay una ligera tendencia de mejora, pero estamos tardando mucho para hacer nuestras Casas como árboles. Es decir, casas que se construyan con materiales de proximidad y con técnicas constructivas que faciliten el reciclaje, una vez finaliza su vida útil. Utilizando materiales que no emiten tóxicos, fomentan espacios con una calidad del aire adecuada para el desarrollo de las personas y contribuyan a la regeneración del entorno. Una arquitectura basada en la Biología de la construcción.
¿Nos gustaría conocer que aspecto de la emergencia climática te preocupa más? (Esté o no relacionado con la arquitectura). Envíanos un texto a [email protected] y lo compartiremos en esta sección.
Las respuestas recibidas coinciden casi en la sequía y la inacción política.