Hace unos días (abril 2021), visitamos nuevamente Rne 4 para participar en el programa Vida Verda dirigido por Pilar Sampietro. Abordamos el tema de las instalaciones eléctricas biocompatibles . La entrevista prèvia fue a dos activistas contra las líneas de tendido eléctrico de muy alta tensión que se quieren implantar en Catalunya, las MAT. Su opinión, para abordar la transición energética, no difiere del nuestro. El objetivo energético es caminar hacia el “Todo eléctrico” pero fomentando la energía renovable y de proximidad. Favorecer redes “peer to peer”. Yo te doy mi sobrante y tú puedes satisfacer tus necesidades. Modelos más democráticos que las MAT que tanto impactan sobre el territorio y que son motivo de denuncias como las plataformas NO A LA MAT.
En nuestro Espai René Solsona, estamos trabajando para iniciar este camino de transición energética reduciendo nuestra dependencia de las energías fósiles. No producimos toda la energía que consumimos pero priorizamos el reducir nuestro consumo. No podremos conseguir un cambio de modelo si despilfarramos tanta energía. Apostamos por la electricidad pero diversificamos con otras fuentes de energía. Dudamos todavía de ciertas aplicaciones como el coche eléctrico. Nos inquieta el impacto de las baterías. (Ver la batería el punto débil del vehículo eléctrico)
A continuación os explicamos donde estamos:
Energía solar?
Electricidad de autoconsumo. Nuestra principal fuente de energía para iniciar la transición energética. Hemos instalado 12 placas fotovoltaicas gracias a la compra colectiva organizada por Coop de Sol y la gestión de Emelcat y la ejecución de Girasol Coop. Actualmente estamos en la fase de legalización para inyectar nuestra energía sobrante a la red. Somos de la opinión que si compartimos nuestros sobrantes, otra entidad con limitaciones para producir podrá salir beneficiada. De este modo si somos muchos que hacemos lo mismo, facilitaremos el cierre de alguna central nuclear. Un mantra que siempre repite nuestro amigo y cliente, Toni Lluveras de Intiam Ruai (Ver Un cliente muy eficiente)
En invierno con la energía extra producida por las placas, encendemos algún radiador que hemos instalado en los puntos donde la estufa de leña no alcanza. En verano seguramente tendremos sobrante por lo que instalaremos una placa de inducción portátil para cocinar y reducir el consumo de gas butano.
El agua caliente sanitaria la producimos con un calentador eléctrico de 50L. Funciona unas horas por las mañanas cuando hace sol. Como no somos rutinarios, las duchas tampoco lo son y en ciertas ocasiones, el agua caliente es insuficiente en invierno. Queremos instalar, en serie, otro pequeño calentador de 15L. Para que en caso de urgencia, no tengamos que esperar a que se calienten los 50L. con el despilfarro energético que supone.
La potencia de red que admite la acometida a nuestra casa está limitada a 3,5kw. Un inconveniente para una futura inversión en coche eléctrico. Y una ventaja que nos obliga a ser conservadores y no despilfarradores de energía, realizando una cuidada gestión.
Madera?
Desde este año 2021-2022, estamos consumiendo madera para calentar la casa con una estufa de leña eficiente recién instalada. Madera que producimos nosotros mismos, con el permiso del propietario de las tierras que rodean la masía, mientras limpiamos los márgenes de sus campos de cultivo. La sierra de corte funciona con gasolina: en cierta manera todavía dependemos de las energías fósiles. Existen máquinas con baterías pero como hemos visto estas suponen un impacto.
También son necesarios unos pocos pellets al año para calefactar la estufa de biomasa que encendemos cuando en invierno pasamos un día fuera de casa.
Energía fósil?
La cocina a gas funciona con bombonas de butano. En verano aprovecharemos los excedentes de las placas para cocinar con una mini placa de inducción, reduciendo el consumo de butano la mitad del año aproximadamente.
Antes en Bcn, nos desplazábamos siempre en bicicleta y transporte público. Sin embargo, nos fugábamos todos los fines de semana para conectar con la naturaleza. Ahora realizamos un viaje similar de ida y vuelta para acercarnos una vez por semana a la tienda de Bcn. Dependemos más del coche y consumimos un poco más de gasolina al vivir alejados de un núcleo urbano. Podríamos invertir en un coche eléctrico pero somos de la opinión de alargar, al máximo, la vida útil de los objetos. Además tenemos el hándicap de la limitación de potencia en la masia y nos inquieta el impacto de las baterías.
Producimos energía en las horas de sol pero no en las horas nocturnas. Vendemos excedentes durante el día y compramos por la noche. Como estamos conectados a red, siempre existe el riesgo de que nos corten la luz, por eso tenemos un pequeño generador a gasolina para poder mantener la nevera y el congelador donde almacenamos todos los excedentes del huerto de verano en forma de salsas, cremas de verduras, verduras cortadas, etc. en caso de apagón.