Si tuviéramos que destacar una visión positiva de la era Covid sería el avance tecnológico que ha impulsado el teletrabajo. Hoy, podemos improvisar una oficina prácticamente en cualquier lugar. Nos hemos habituado a trabajar desde casa, almorzando dentro de una cafetería, en la terraza de un bar, etc. Además, adoptamos posturas diversas. No tan solo sentados, también relajados o estirados en un sofá.
Nuevas formas de trabajar que piden escenarios más flexibles, híbridos, colaborativos y en contacto con el exterior como evidencia el siguiente artículo The office of the future is outdoors (El futuro de la oficina se exterior). Oficinas que dan respuesta a formas de organización más horizontales como la co-producción y co-creación.
Así empezaba la charla con Pilar Sampietro, en el último capítulo de la temporada de Vida Verda, el jueves 19 de junio de 2023, dedicado a Las nuevas oficinas como espacios vivos (en catalán).
Si nuestros hogares se han transformado en oficinas, ¿por qué no humanizar las mismas? La experiencia del trabajador es la clave del éxito de una oficina del siglo XXI. Espacios más amables donde prevalezca la salud y el bienestar profesional y personal. Ahora que toma relevo el capital humano de una empresa, es hora de hacer este cambio. El beneficio es global en término de productividad, creatividad, motivación, salud y descenso del absentismo El 86% de los problemas de productividad de una empresa están relacionados con el ambiente de trabajo. Datos que podemos extraer de la OMS: Consejos para trabajar de forma saludable según la OMS.
¿Cómo se materializan estos espacios de trabajo que fomentan la salud? Generalmente responden a un diseño biofílico. Entendiendo la oficina como un ecosistema vivo. Está demostrado que experimentando la naturaleza reducimos la secreción de cortisol e inmediatamente mengua el estrés. Muy resumidamente hablaríamos de formas y escenarios de trabajo variados y flexibles, donde se prioriza la luz natural, la calidad del aire, el uso de materiales naturales y ecológicos. Incorporando “el verde” como elemento constructivo (no decorativo). Haciendo de las plantas vivas un material de construcción más. En otros casos de forma indirecta y creativa con imágenes que la representen. Reduciendo el ruido, teniendo cuidado del consumo energético y otros recursos. Durante el uso promover la mejora continua para favorecer un estilo de vida saludable.
Un ejemplo de oficina saludable y proactiva es el coworking* Nest City Lab impulsado por Apocapoc en BCN. Un invernadero de plantas y cultivos y un invernadero de ideas. Un espacio motivador que describe con mucho detalle la periodista Sara Roquetas por la revista Interiores: Nest City Lab: un espacio de trabajo colaborativo y sostenible en Barcelona.
Si queréis seguir explorando os compartimos dos ejemplos cercanos: la sede de Greenpeace en Madrid y la oficina de Triodos Bank en Málaga.
*Puntualizar que El Nest City Lab no es un coworking sino un laboratorio urbano de sostenibilidad y una comunidad de practica de hábitos regenerativos. Hemos utilizado el término para abreviar.